El boulevard brillante

Alistada
Tampoco voy a decir que todo lo de acá es lindo, ni bueno, ni mejor que en Buenos Aires. Hay muchas cosas que no me gustan de la ciudad y de su gente:
-El concentrado olor a meo que hay en casi todas las veredas
-La manía insportable de la gente de escupir todo el tiempo y en todos lados
-Que me miren con cara de idiota y me digan: "¿mande?"
-Que se rían cuando digo "poyo", "caye", payaso, etc.
-Que me pregunten por Tinelli (asumiendo que me gusta y, tal vez, hasta que es amigo mío)
-Que le hayan cambiado el nombre a las calles del centro histórico (Una inquietante "Calle de los Suspiros", convertida simplemente en Flores o una enigmática "Calle del Chorro de Santa Catalina" en Guayaquil)
-Que la gente crea que cualquier evento amerita una fiesta y que nunca se depriman
-Que nadie putee por ningun motivo (el otro día casi me pisa un boludo y le mande: "la puta que te parió forro" y casi me llevan presa a mi por maleducada)
-Que todo esté tan caro para mi economía devaluada
-Que todo esté tan cuesta arriba

Dos Cosas
Finalmente vi todo muy claro y decidí a qué me quiero dedicar. Estaba yo yendo a cubrir una de esas pendejadas de Comunidad que escribo sobre problemas de tráfico, caños rotos y mala atención en los hospitales cuando me topé con LA historia: Un directivo de Petroecuador al que asesinaron dos sicarios porque estaba realizando una investigación sobre el robo de crudo. Obviamente, la historia se la llevó otro, pero yo colaboré tangencialmente. Como pasó con los casos Conzi y García Belsunce en la Nación. Pero bueno, la experiencia adrenalínica de buscar información y fuentes e informes me hizo dar cuenta que quiero ser la mejor periodista de policiales del país. (La única relativamente famosa que hay es el pibe Messi de Clarin y el resto son todos hombres). En realidad lo que quisiera ser es detective, pero Argentina no es Hollywood ni la vida es Seven y lo más parecido que hay a ese trabajo es ser una periodista de policiales.
Lo otro y siguiendo con hollywood, ¿quien no vio en alguna película esa típica vista de Los Angeles de noche visto desde un mirador en la colina? Puras patrañas. Si hay una vista espectacular, una vista tan bella que te arrolla, te duele, te saca la respiración es la de Quito vista desde el Cafe Mosaico. Si a alguno se le ocurre visitar alguna vez esta ciudad hermosa reservese un atardecer en el Mosaico para contemplar como baja el sol y se van encendiendo de a poquito las luces del Pichincha y de toda la ciudad y como se ven los campanarios iluminidados de las 15 o más iglesias antiquísimas que hay en el Centro Histórico. Como dice Marucuturu, Best Served with: una buena compañía masculina, un tom collins y un omelette con panceta crocante y queso chedar derretido.

La fritada
Noches que me sorprenden. Suburbios pobres al norte de Quito, barrio El Arenal, una especie de taller mecanico. En la mesa de al lado come fritada con cuchillo y tenedor el alcalde Paco Moncayo, un general carismático amado por su pueblo pobre que lo viva como a un rey. Nosotros comemos con las manos. Todo. Las papas, el choclo, la carne de cerdo. El periodista de al lado dice: ¿Hay algo mejor que comer fritada con las manos?

Otras cosas que hago
*Perderme en el centro histórico visitando iglesias y conventos que tienen 500 anios
*Sentarme en el patio por las noches a mirar el volcan Pichincha iluminado por la luz de mil casitas en su ladera
*Comer mote con chicharron, hornados, llapingachos y doritos.
*Tomar jugos de frutas exóticas
*Hablar todos los dias una hora por msn con Rodrigo
*Llorar cuando miro las fotos de Valentina
*Llorar cuando hablo con Valentina
*Regatear artesanías en la feria y tragos en el boliche
*Tomar mucho y después vomitar todo
*A la manera de Chechus, mirar a las parejas y ponerme libidinosa
*Viajar en colectivo por toda la ciudad y los valles
*Leer alternadamente "Los 7 locos", "Franny y Zooey" y la guía Lonely Planet de Sudamerica.
*Planificar nuestro viaje por Ecuador, Chile y Perú.
*Reirme cuando mis companieros del diario se refieren a mi como "La Cecilia".
*Bailar regueton
*Mirar, cuando paso por la funeraria de la esquina, los ataudes que tienen apilados en el cuartito de atrás.
*Ver películas como "El último samurai" y "La maldición del Perla Negra" en dvd truchos.
*Mirar cualquier cosa argentina que encuentre en el cable, desde partidos de futbol hasta películas de Olmedo y Porcel.
*Tener ganas de subirme al primer avión e irme a veranear con mi familia a Mar de las Pampas.
*Extraniar las voces de Rodrigo y Valentina
*Leer La Nación y Página por internet
*No pelearme con nadie (si ese nadie excluye a un pibe de la barra del No que me quizo cagar 10 dólares y un colectivero que arrancó antes que me pudiera bajar)
*Levantarme a las 7 de la mañana
*Traducir a pesos cada dolar que gasto
*Traducir a pesos cada dolar que gano

La llorona
No sé si es porque estar lejos de mi amorcito me pone melodramática o porque aqui es lo único "decente" para ver, pero los culebrones se han transformado en mi programa de cabecera. Los colombianos son los mejores lejos, despues hay unos mexicanos muy empalagosos pero que no me los pierdo. Y, por supuesto, cada tarde, puntual a las 7, cuando llego del trabajo, me tiro en la cama para llorar a moco tendido con las desventuras de la pobre Mónica y su romance prohibido con Juan del Diablo. A continuación, el top five de los mejores culobrones ever.
1-Café con Aroma de Mujer. Sublime, la mejor telenovela que se vio por estos lares. Con una heroína (Gaviota) borracha que recurría al aguardiante para aliviar sus penas de amor. De paso, también cantaba.
2-Corazón Salvaje. Sin palabras, un culebron clásico. La monjita que se calienta con el heredero de una fortuna disfrazado de pirata.
3-Cristal. "Perdona, es que yo, caminaba por aqui.....". Que recuerdos! La novela de mi infancia. Todas las tardes cuando llegaba del colegio me acostaba en la cama con mi mamá y mi hermana a tomar la leche y enamorarme del amor de Cristal y Carlos Alfredo.
4-Amándote II. Qué decir de Arnaldo André enfundado en ese traje azul marino de piloto. Sencillamente me encantaba. Esta la pasaban a las 8 de la noche y la veiamos con mi papá (estoy segura de que llegaba antes del trabajo para no perdersela; nunca lo va a reconocer).
5-Alcanzar una estrella II. Muñecos de papel y su lucha por alcanzar la fama. A mis quince años estaba locamente enamorada de Ricky Martin. Me sabía todas la canciones y hasta creo que me compré el casette.

Muy chuchaquiada
Mi marido me jode y me dice que ya estoy hablando como ecuatoriana, pero yo lo niego rotundamente. Lo que sí tengo que hacer es escribir como ecuatoriana, lo cual resulta bastante dificil porque hay mil cosas que se nombran diferente (parqueadero por estacionamiento, gasolinera por estacion de servicio, ñaño por tio, amarcar por hacer upa, plenisimo por buenisimo, buena nota por buena onda, etc, etc). El tema es que encontre una palabra que me parece sencillamente genial y es "chuchaqui" por resaca. Es perfecta. Decir "me levante con chuchaqui" es 100 veces mejor que decir "me levante con resaca". Con seguridad.

Muy alto
Realmente pensé que a mi no me iba a pasar. De hecho, no me pasó inmediatamente. O no me di cuenta. Y si señores, me apune. Y los dos primeros dias en esta ciudad altisima me la pase llorando, creyendo que me moria de un momento a otro y pensando –sintiendo– que yo no era yo. Muy extraño todo. Realmente.

And I am back
"¿Tu eres la mujer del Rodrigo? Pues hoy hay un un bautizo de las guagüitas de la Monica en el Savoy, ¿quieres venir?"
Y así es cómo termine bailando salsa en el decimo piso de un hotel, en una ciudad que está a 2800 metros de altura, con un whisky en la mano, y rodeada de un monton de desconocidos.

¿Donde estoy?
Bueno, estoy en Quito, luego de unos dias en Santiago. Pasaron muchas cosas pero la mas importante: casi me muero de sobredosis en el viaje de Chile a aca. Me zarpe con las pastillas para dormir. Eso si, el vuelo ni lo senti. Mañana me voy para las montañas del norte.
Extranio mucho a mi marido y a mi hija. No se si aguanto un mes mas sin verlos. Es mucho.

Too late
No me quiero ir. De repente todo esto se volvió un sinsentido.

Mar de amor
En noches como ésta, en la que no conseguiste entradas para el cine, el cable te regala maravillas que no esperabas volver a ver, al menos no en noches como ésta: Prohibida Obsesión, con Al Pacino en su mejor época y la bellisima Ellen Barkin. Amo esa pelicula. Pasion ochentosa.

Yo te llevo
Ya lo sabía, pero ayer terminé de darme cuenta. Hay algo que no *soporto* y es la primera vez que uso las estrellitas de Lola. No soporto que me lleven. No me banco ser acompañante. Odio no ser yo la que maneja cuando voy en auto. Odio ser yo la que tiene que dejarse llevar cuando bailo con alguien. A pocos dias de subirme nuevamente a un avion (ya se , la última vez, hace dos años, había jurado no volver a cometer semejante insensatez pero el viaje en micro a Quito dura 5 dias y no me da menos miedo) me doy cuenta de porqué no me gusta hacerlo. Mi temor al avion se debe sencillamente a que no soy yo la que lo piloteo. Todas mis actitudes refuerzan la teoría de que no aguanto dejar el control en manos de otro. Lo que a su vez refuerza la teoría de que soy una mina soberbia, despota y controladora.