Wednesday, October 22, 2003

 
Shut the fuck up
Venía de un día de trabajo denso, de la pelea diaria con mi hija que se niega a ponerse el uniforme, de dos vodkas con black fire en Club Buenos Aires con mis amigas, de un dolor de cabeza intolerable, del resultado catastrófico de mis análisis, y no estaba para aguantar discusiones ni gritos ni reclamos. Mi hermano cumplía 23 años y estabamos reunidos todos en lo de mi mamá. Acepto que muchas veces soy yo la que busca pica y le gusta discutir, pero la guerra caliente que hay entre mis viejos y la pelea por cualquier cosa cansan un poco. Mi papá es el gran discutidor y tiene dos temas recurrentes con los que relaciona todo: los Rolling Stones ("Son unos ridículos, se hacen los rebeldes y son unos viejos chotos") y Perón (a su entender, el causante de todos lo males habidos y por haber en la Argentina). Mi mamá, cuando toma un poco de más, empieza con los reproches. "Sos un cagón, incapaz de enfrentar a la autoridad" –le grita a mi hermano, porque dijo que el regalo de mi papá estaba bueno y que el de ella era una cagada. Todos se gritan, nadie se escucha. A veces es divertido, a veces es insoportable.

Tuesday, October 21, 2003

 
Achacosa

Resultados de mi chequeo general:

Hematocrito 34.6 (valor de referencia: 37-54)

Glucemia 98 (valor de referencia: 60-100)

Colesterol total 227 (valor normal: hasta 200)

HIV negativo

Diagnóstico: anémica, colesterosa y con mucha azucar en la sangre.

Pasos a seguir: mejorar mi dieta (es decir, comer algo más que fideos con manteca, sandwiches de miga de atún y de jamon y queso, jorgitos de chocolate y dejar de tomar dos litros de coca por día), retomar mis clases de natación y desatornillar el culo de la silla.

Al margen: siempre me tragué los chicles y nunca me pasó nada.

Monday, October 20, 2003

 
A propósito de un post de Kane
Me encantó eso de que alguien que ni siquiera me conoce me saque la ficha. Si no estuvieras TAN equivocado aseguraría que tenés talento para la adivinación.
A ver si queda claro porque no me gusta enredarme en discusiones interminables. Que yo tenga el link de La Huida no significa que yo convalide NADA de lo que Luciano escribe. Sólo me hago cargo de lo que yo digo, pienso y hago. Nada más. Y no, no voy a sacar el link. De última, está ahí como recordatorio de mi propia estupidez. Por otra parte, queda claro que aunque yo tenga el link ahi, leo ese blog con mucho menos detenimimiento que vos y eso se debe a que, entre otras cosas, me parece que Angelito es un gran provocador. Quiero decir, perro que ladra no muerde.
Y no soy una tibia, no tengo sangre de pato ni estoy inmunizada contra el sufrimiento y la injusticia. Y si soy una mierda, no se. Creo que en este mundo esta todo muy hecho mierda, para que alguien se salve.
Y con respecto a lo de mandarnos a lavar los platos, fuck you kane. Ya bastante tengo con leer a Rosseau, paladin de la igualdad, diciendo que los hombres son todos iguales sin distincion de razas, clase social, etc, excepto, claro, las mujeres que son por naturaleza inferiores; o saber que nosotras haciendo el mismo trabajo que los hombres ganamos tres veces menos, o que en definitiva siempre cargamos con los críos, o que la mayoría de las decisiones importantes (hacer la guerra, hacer la paz, bombardear ciudades, manejar los destinos de millones de habitantes, hacer grandes negociados, reprimir, censurar, etc, etc, etc) las toman los hombres.
So, fuck you Kane.
No creo en vos, no creo en Angelito, no creo en el Papa, no creo en Bush, no creo en Fidel, no creo en Saddam, no creo en Kirchner, no creo en Menem, no creo en Sharon, no creo en Arafat.
solo creo en mí. en mi hija y en mí.

Friday, October 10, 2003

 
Las 36 señoritas
Septimo grado habia terminado sin novedades para mi en cuanto a "eso". De 40 compañeras solo cuatro (hoy solo recuerdo a Amelia Garea) no habiamos pasado por el ritual iniciatico de toda niña. Mientras yo me preguntaba la razon de mi tardio desarrollo, las 36 señoritas se reian complices cuando nombraban a Andres, guardaban prolijamente sus toallitas en unos bolsitos y se quedaban sentadas todo el recreo en un rincon cuando estaban "en esos dias". En el resto de las cosas yo era "normal": los corpiños –blancos, de algodon siempre– formaban parte de mi placard hacia rato, la cara se me empezaba a llenar de granos e incluso ya habia me habia sometido a la tortura de la depilacion.
Terminadas las clases, ese verano –el del 92– nos fuimos con mi familia de vacaciones a Miramar como era costumbre por esos años. Y fue ahi donde sucedio. No se si hubiera pasado sin mi intervencion, de eso siempre me va a quedar la duda.
Una tarde, en la que el sol calentaba con tanta furia que ni siquiera se podia ir a la playa, estaba jugando a las cartas con mis hermanos sentada arriba de una mesa. En eso, la esposa de mi abuelo me pregunto cuando me tenia que venir. Yo le conteste que todavia no me habia indispuesto nunca. "Que raro –me dijo, sorprendida–. Es muy raro, porque mira los pechos que tenes". El comentario me cayo tan mal que abandone el juego, me encerre en mi cuarto y me tire a llorar en la cama sintiendome un bicho raro con destino de solterona y un futuro sin hijos. Entre lagrimas, me propuse provocar de alguna manera el sangrado y con furia, sin detenerme un segundo, repeti mentalmente como 500 veces "tengo que indisponerme, tengo que indisponerme, tengo que indisponerme....".
La mañana siguiente me levante temprano porque habiamos arreglado con Karina, mi prima, para ir a la playa juntas. Cuando entre al baño lo tan esperado sucedio. Un hilito de sangre empezo a correr por mis piernas y mancho el piso de ceramica blanca. Yo sali corriendo a contar la novedad, primero a la esposa de mi abuelo que a mi mama. Estaba feliz. Mi prima me presto unas toallitas y nos fuimos en bicicleta para la playa. Recuerdo que me quede sentada abajo de una sombrilla y no me saque el short. De hecho, me lo manche. La sangre que habia tardado tanto en llegar ahora bajaba con fuerza.
Volvi a mi casa y decidi quedarme en cama por el resto de la tarde. Mi mama me trajo provisiones: alfajores, coca, revistas y las primeras jazmines que lei en mi vida. Me quede sola, disfrutando de mi nueva condicion de mujercita que mis hermanos no tardaron en aprovechar para sus habituales cargadas.
Mi papa no aparecio por el cuarto, pero a la noche, cuando nos sentamos a cenar, decidio hacer una especie de brindis para festejar con mis tios, abuelos, amigas de mi hermana y el resto de mi familia. "Te felicito", me dijo– y yo me puse colorada y me rei.
El verano, como la novedad, paso pronto. Volvimos a Buenos Aires y yo empeze el secundario. En mi curso, seguiamos siendo 40 compañeras pero ahora eramos 37 señoritas.

(y si, me puse a recordar esto despues de lo que dijeron Dieguez, Demian, Lola, Danixa y un par de personas mas respecto a la menstruacion y demas)



Wednesday, October 08, 2003

 
Lero Lero
Descubri que el que puso que era "una groupie cheta frivola de cuarta" en el post anterior es mi propio marido. Mal, muy mal. No me importa TURRO, igual voy a ir al recital aunque vos no puedas. No es mi culpa que tengas que trabajar el viernes por la noche ¿o si?

 
Circulo Virtuoso
Mi compañero de trabajo es amigo de un tal Sebastian. Ese tal Sebastian es hermano de Celeste Cid. Celeste Cid es novia de Emanuel Horvilleur. Emanuel Horvilleur toca con Gustavo Cerati el viernes y ¡yo tengo una acreditacion de prensa para el recital! Los beneficios de codearse con lo mas top de la topetitud.

Update: Hubo algunas interferencias en el circulo y yo me quede sin entrada. Bueno, eso viene a refutar –una vez mas– el insoportable latiguillo de mi mama de que yo soy una mina con suerte.

Tuesday, October 07, 2003

 
Zapateando
Esta faceta regateadora que se apodero de mi en los ultimos tiempos me esta trayendo muchas satisfacciones. Hoy saque dos pares de zapatos –tipo ballerina– muy bonitos por cien pesos en Traza (Malabia y Gorriti). Hace un par de años ni en pedo lo hubiera hecho y con otras cosas quizas tampoco lo hago, pero los zapatos.....los zapatos me pueden. En sintesis, porque me tengo que ir al cumpleaños de mi hermana, las naranjas me las quedo yo y las negras se las regalo a ella (me duele, me duele en el alma)
Y para terminar, una frase de mi abuela: "Hay dos cosas de las que no podes mirar el precio: el aceite y los zapatos".

 
Nothing but the shoes
Definitivamente la teoria de la Utilidad Marginal no funciona si una de las variables es "zapatos" y la otra soy yo.

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